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Un implante dental es uno de los procesos más comunes que se realizan ante la pérdida de una o varias piezas dentales. Gracias a él se mejora la calidad de vida del paciente y conseguirá recuperar su mordida natural.
Se trata de un tornillo de titanio que se introduce en el hueso maxilar y sobre el que se sitúa una prótesis o corona. Esta pieza metálica tiene forma cilíndrica y es biocompatible con el hueso. Este tipo de piezas dentales cuentan con una gran calidad y unos resultados a largo plazo avalados por diferentes estudios.
Los implantes dentales cuentan con dos piezas diferenciadas, la parte que se integra en el hueso y la superior o corona, que es la que cuenta con la forma del diente. Este elemento superior varía en función de las necesidades del paciente.
Los diferentes tipos de implantes se distinguen principalmente por la corona, que se sitúa en la parte superior del mismo:
Prótesis removibles: pensadas para cubrir la falta de varios dientes consecutivos. No cuentan con un implante por diente sino con un par que fijan la prótesis.
Prótesis fija: se trata de un implante con una corona fija con forma de diente. Se aplican para cubrir una sola pieza y pueden ser de porcelana o zirconio.
Para llevar a cabo este tipo de tratamientos se debe seguir un proceso para poder aportar la mejor solución. El primer paso es realizar un estudio implantológico para conocer la estructura de tu boca. Gracias a esta recopilación de información se fijan los puntos donde se van a realizar los implantes.
Desde ese punto se inicia el procedimiento quirúrgico con anestesia de carácter local. El primer paso del mismo es realizar el agujero en el hueso en el que se coloca el implante de titanio. Tras este proceso es necesaria una recuperación que varía en función de la capacidad de tu cuerpo entre los dos y los seis meses.
Cuando la integración se complete se procederá a la colocación de la prótesis seleccionada en función del estudio efectuado. Al terminar este paso el implante será definitivo. Llega el momento de que lo cuides con una higiene bucal diaria y concienzuda.
No existe un número determinado de implantes para colocar en el conjunto de la boca. Cada maxilar cuenta con 14 piezas dentales (excluyendo las conocidas como muelas del juicio) y, si fuera necesario sustituirlas todas, se recomienda un máximo de 8. Pero cada paciente es diferente, por lo que un estudio previo es la mejor opción. La dificultad reside en la duración de la cirugía y el postoperatorio.
Si necesitas un implante dental, puedes consultarnos acerca de este procedimiento de sustitución de la pieza dental mediante un implante con corona.
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